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La Vitalidad es el presente. Todo está en la vida y es la vida, los cuerpos mueren pero la vida continúa, es eterna. Siempre se está en medio de la vida y la vida en medio de nosotros. Nos atravisa para llegar a otros, así como atravesó a otros, para llegar hasta nosotros. La vida es incontrolable, poderosa, inalienable, misteriosa, creativa. La vida es salvaje: es el amor.



martes, 21 de agosto de 2012

Película La Fórmula Secreta (CON COCA-COLA EN LAS VENAS)

La película más experimental y radical filmada en México es La fórmula secreta (1965), dirigida por Rubén Gámez, con textos de Juan Rulfo leídos por Jaime Sabines. Se trata de una auténtica bomba de lirismo con que la vida estalla en sus escenas delirantes haciendo pedazos todo tipo de convenciones culturales, técnicas y comerciales. Por esa razón, o mejor dicho, por esa sin-razón que poseyó a sus realizadores la película fue objeto de ataques y sabotajes por parte de una de las empresas industriales más poderosas del mundo, Coca-Cola, así como por las instituciones cinematográficas internacionales de su tiempo. Y finalmente, fue olvidada tan distraída como alevosamente por la cultura institucional, como sucede generalmente con lo que realmente tiene valor cultural en México, y sin embargo, así como otras profundas expresiones de cultura mexicana este monumento cinematográfico ha resistido orgullosamente a los embates del tiempo, la ignorancia y la vulgaridad durante medio siglo: de tal magnitud es su fuerza y su verdad.  

Como atinadamente se piensa desde el eurocentrismo europeo y americano México no es un lugar propicio para la producción de cultura, ni de arte ni de pensamiento. Ya que se ha hecho todo lo posible para que no existan ni condiciones materiales ni espirituales para ello, con el saqueo de sus recursos materiales y la explotación de su población al límite de la degradación humana. A pesar de esto en México existe otra racionalidad y priman ortos principios que los de la lógica. En México "milagrosamente" ha existido cultura desde antes de la llegada de la "civilización" -con la invasión hispánica- e inmediatamente después hasta el presente, como lo testimonian el hecho de que la primera imprenta que fue traída a América llegó a México y la primera universidad del continente fue la Real y Pontificia Universidad de México creada hace 500 años. En México, contra toda lógica existe cultura, la cultura aquí se produce y se preserva a punta de chingadazos.

La fórmula secreta fue realizada como un acto de conspiración, tan imprudente como irreal, por eso más que una razón fue la sin-razón la que poseyó a Gámez y a Rulfo en su realización, y que hizo que el primero perdiera su único patrimonio, un rancho que hipotecó y perdió para poder financiar el preoyecto. La sin-razón que ha golpeado con su brutalidad al pueblo de México y de la que este monumento cultural da testimonio. Puesto que la película que originalmente se llamaba Con coca-cola en las venas -hasta que el director fue demandado judicialmente por la empresa homónima y tuvo que cambiarle el nombre- tiene como argumento los delirios de la agonía de un hombre del pueblo que en su lecho de hospital recibe una transfusión intravenosa de coca-cola. Las escenas que articulan la película carecen de continuidad alguna, su lógica es la del delirio, en microcosmos tan breves como intensos en los que el mexicano agonizante presencia como un fantasma una realidad tan brutal como incomprensible que va desde la producción de carne, el comercio, el dinamismo mecánico de la ciudad hasta los lamentos de miles de hombres que como él deambulan cual sombras en medio de páramos desolados y en oscuras letanías de rosarios que "embellecen" como un ornato más altares barrocos de iglesias. Llegando al paroxismo de un desplegado político, presentando en la pantalla como un delirio agonizante más, en la imagen de una lista con los nombres de las principales empresas trasnacionales. 

Esta película es una auténtica producción cultural que embiste la realidad e incluso a su propio medio técnico y expresivo, haciendo de la pantalla una extensión del inconsciente mexicano de una manera tan brutal como bella, en series luminosas de imágenes poéticas y políticas que al mismo tiempo son testimonio de una historia que no es contada porque quizá ni siquiera es posible hacerlo, no porque tal historia no exista sino porque es incomprensible, porque es la sin-razón de la barbarie que sojuzga la vida pero no puede acallar su belleza incluso cuando tiene que adquirir la forma de lamento.

El sabotaje a este trabajo feroz así como no esperó a que fuera terminado mucho menos se contuvo después de realizado, pues tras la censura a su primer título siguió la censura en el Festival de Cannes donde al intentar ser presentada para concursar "casualmente" se quemó la cinta una vez y al poner otra copia, también la "casualidad" hizo que la cinta se volviera a quemar, casualidades ante las que el gobierno mexicano guardó silencio. Hay obras de la cultura, del arte y el pensamiento para las que su tiempo no está preparado ni quiere estarlo es el caso de esta excepcional obra cinematográfica.

A continuación transcribimos una desconocida reseña escrita por Rulfo, que fue entregada sin firma como programa de mano al público que en 1965 acudió al cine Regis al estreno de la película...



miércoles, 8 de agosto de 2012

El Perspectivismo Filosófico y el Retrato Espiritual en Gilles Deleuze
























La filosofía en Deleuze es una auténtica máquina de pensar que permite concebir lo nuevo y lo aún no-pensado que es la verdadera labor del pensamiento filosófico. La pieza clave de esa máquina es la perspectiva, la manera sui géneris de abordar los conceptos y los problemas desde puntos de inflexión varios, desde latitudes aparentemente inconexas y distantes, puntos de vista, miradas, que se articulan entre ellos como auténticos engranajes. Por eso comparamos el perspectivimo deleuzeno con un calidoscopio o un juego de lentes (telescopios, binoculares, microscopios) para el pensamiento, con los cuales, Deleuze ve y hace ver para comprender lo que sólo es posible hacerlo con ciertas lentes para el alma, usando una analogía spinozista. Y es que lo que hace ver tal dinámica no es una mera invención, sino en cierto modo, una de las infinitas dimensiones de la realidad que se oculta o es contenida en las profundidades de la rugosa realidad, en los pliegues del mundo que ocultan más realidad que la aparente.

Deleuze parte de la díada de la “gran identidad Spinoza-Nietszche”, en la que funciona su dinámica del perspectivismo, de tal manera que la transmutación de los rostros de ambos pensadores en sus respectivos retratos filosóficos es una constante desde el inicio y a lo largo de su obra. Así, Spinoza y Nietzsche sorprendentemente van adquiriendo una fisonomía inusitada e ignorada por la tradición.

Deleuze puede ver en Spinoza más allá del sereno pensador del orden y casi santo de la razón al revolucionario del futuro y de todos los tiempos, al hombre que pudo ver de frente la servidumbre del pasado y del futuro encarnada en la propagación de las pasiones tristes en la forma de la superstición y la ignorancia que predominaban en su tiempo y servían para quebrar almas, y sobre ellas, sostener el poder de los tiranos.

De tal manera, en la mirada de Deleuze que ve con los ojos de Nietzsche, el rostro de Spinoza va adquiriendo los rasgos de lo siniestro y de todo lo prohibido por las buenas y conformistas conciencias, ve claramente el rostro de aquel hombre que era descrito con espanto por sus biógrafos y contemporáneos, aquel hombre que se encerraba durante meses en su cuarto y escribía todos sus textos después de las diez de la noche donde con un ahínco insensato elaboraba sus “tenebrosos libros”, en palabras de su biógrafo Kortholt. El rostro de Spinoza se convierte en el del destructor y vengador en nombre de la felicidad presente y por venir, en el rostro del príncipe y cristo de los filósofos.

Paralelamente, Deleuze mira el rostro de Nietzsche con la afirmación extrema y la inocencia de Spinoza en sus ojos, recordemos que el fundamento de Spinoza es siempre la afirmación del Ser. Y así logra advertir la gran positividad y sobreabundancia del pensamiento de Nietzsche que si se presenta en un primer momento como destructor es siempre en virtud de la posibilidad y apremiante necesidad de crear, de re-construir absolutamente el todo de la cultura que empieza a entrar en una situación crítica en la modernidad, como un médico de la cultura que no solamente diagnostica el mal sino que también prescribe el remedio que de no existir será necesario buscar en el pasado, y en el límite, posible inventar en el futuro, de ahí el énfasis en el carácter artístico de la labor del filósofo. En tales términos, Deleuze logra hacernos ver la positividad extrema del pensamiento nietzscheano, y con ello, su carácter esencialmente revolucionario…