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La Vitalidad es el presente. Todo está en la vida y es la vida, los cuerpos mueren pero la vida continúa, es eterna. Siempre se está en medio de la vida y la vida en medio de nosotros. Nos atravisa para llegar a otros, así como atravesó a otros, para llegar hasta nosotros. La vida es incontrolable, poderosa, inalienable, misteriosa, creativa. La vida es salvaje: es el amor.



viernes, 10 de abril de 2015

Vida de Spinoza

La vida de Baruch de Spinoza nos es descrita fundamentalmente en un corpus ya canónico de biografías[1]: Lucas, Kortholt, Bayle, Colerus y Monnikhoff; documentos que en unos son producto de una profunda admiración, y en otros, una forma de propaganda negativa para prevenir contra los efectos del autor y su doctrina monstruosa. Parte fundamental de ese corpus, lo constituye también, el valioso conjunto de la correspondencia del autor[2] y se complementa con trabajos más recientes que cuentan con una sólida base documental como los de Dujovne, Feuer y Th. De Vries.

Baruj de Spinoza[3] nace en la comunidad judía de Ámsterdam en la primera mitad del siglo XVII. Desde muy temprana edad experimenta la pérdida con la muerte de su madre Hana Devora quien muere cuando él tenía seis años y posteriormente la de sus hermanos Yitzhak y Miriam. Su familia era acaudalada y se dedicaba al comercio, su padre Michael de Spinoza era una importante figura en la comunidad, tanto, que llegó a ser varias veces parnas, anciano o mayor, tenía un negocio en el cual Spinoza trabajó desde la edad de trece años y hasta dos años después de la muerte de su padre, acaecida en 1656, asociándose entonces con su hermano Gabriel y fundando la compañía comercial de importación y exportación de frutos Bento et Gabriel de Spinoza.

En el seno de la comunidad judía estudia hebreo, las escrituras, el Talmud y materias comerciales, y por su cuenta ciencias, dando muestras de ingenio e inteligencia. Ya en su juventud muestra especial interés por el estudio del latín por
lo que recibe instrucción inicial por parte de un estudiante alemán para después pasar a las manos del médico y profesor de latín Franz van den Enden quien posteriormente fue sospechoso de un ateísmo divulgado entre sus jóvenes alumnos, y que se dice, terminó sus días colgado en Francia por alentar la subversión de una provincia a favor de la liberación de los Países Bajos.[4] Spinoza se relacionó tanto con la familia de este médico que llegó a considerar la posibilidad de casarse con su hija única. También traba relación de aprendizaje con el rabi Menasshe ben Israel al lado de quien conoce a varios libre pensadores amigos suyos, como el famoso teólogo calvinista y hereje Isaac Peyrere a quien trata justo seis meses antes de hacer pública su separación de la sinagoga y de la ritualidad cotidiana, suponiendo algunos estudiosos que por ese periodo también mantuvo relación con Juan de Prado, notable personaje anatemizado antes que Spinoza[5].



CUENTO SOBRE AYOTZINAPA: AYOMEH (tortugas)

Con profundo respeto a los compañeros normalistas caídos y desaparecidos, y a todos aquellos que siguen luchando por encontrarlos.

(Primer día de clases de la generación 2014-2019 de la Normal Rural Isidro Burgos de Ayotzinapa Gro.)

- ¡Es más grande de lo que me acordaba! ¡Aquí cabe todo el centro del pueblo y hasta sobra! Ni en la fiesta de mi pueblo hay tanta gente...

- Estoy bien lejos de la casa y el pasaje cuesta setecientos pesos. Son ocho horas y setecientos pesos. Así, solamente voy a poder ir hasta noviembre.

- ¿Qué estará haciendo Mamá? Aunque se estuvo aguantando cuando me dio la bendición me di cuenta que lloraba pa' dentro, así, sin lágrimas y con el sentimiento cortado nada más por los suspiros, como cuando velamos a mi hermano Jorge. Lo mataron en el camino así nada más. Desde que él se murió anda muy triste, pero le dije a José que no deje de ir a verla todos los días. Ella bien sabe que me vine acá para estar mejor, cuando regrese todos vamos a estar mejor…

- ¡Está chingón! Va a estar bien bueno vivir aquí. Entrar a las clases, y después en la tarde, hacer lo que quiera. Jugar fucho, tocar la guitarra, echar relajo con los compas, ir a Chilpancingo o a Tixtla. Sí... Y salir de comisión a otros lados como me contaron que se hace. Lo único que voy a extrañar es a la Rocío, pero en cuanto pueda voy a verla. ¡Al rato
le escribo una carta!...

- ¡Cuánta raza! ¿Con quiénes me irá a tocar en el dormitorio? Ya tengo harta hambre. ¿A qué hora dijeron que daban de comer?...