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La Vitalidad es el presente. Todo está en la vida y es la vida, los cuerpos mueren pero la vida continúa, es eterna. Siempre se está en medio de la vida y la vida en medio de nosotros. Nos atravisa para llegar a otros, así como atravesó a otros, para llegar hasta nosotros. La vida es incontrolable, poderosa, inalienable, misteriosa, creativa. La vida es salvaje: es el amor.



lunes, 6 de mayo de 2013

Nietzsche, Cultura Alemana y Nazismo


¡La cizaña pretende hacerse pasar por trigo!
  Mis enemigos se han vuelto  poderosos
  y han desfigurado la imagen de mi doctrina,
  hasta el punto que aquellos a quienes quiero
  más se han llegado a avergonzar de lo que
  les di…”   Nietzshce. Zaratustra                                                                                                                                                                      

En este apartado desarrollaremos históricamente la forma problemática en que se conformó el canon de interpretación de la obra de Nietzsche que predominó hasta la década de los sesentas, a partir de la lectura, primero conservadora y después fascista, desarrollada en Alemania fundamentalmente en la década de los años treinta. A través de una exposición elemental del proceso de conformación de dicho canon y su uso político, en el itinerario de la recepción germana del pensamiento nietzscheano.

La influencia de la tradición del pensamiento alemán en Nietzsche se deja ver básicamente en la primera etapa de su pensamiento que va de 1869 a 1876, en la cual, recuperando ciertos elementos, sobre todo, del romanticismo alemán va conformando su postura inicial como formador y educador de una nueva cultura alemana, haciendo propia en gran medida la causa nacional-germana, a través del grupúsculo de Richard Wagner. Esto resulta evidente, en elementos como el intenso interés por la Antigüedad clásica, sobre todo por los griegos, el pensamiento mítico y presocrático que trata de recuperar en la conformación del nuevo espíritu alemán; un esteticismo exacerbado que da un lugar privilegiado al arte -como la alternativa o como el complemento de la metafísica- y al artista -como “genio”-; una especie de culto a la naturaleza como expresión del espíritu; y una oposición al simplismo del racionalismo moderno, más que en los términos de un irracionalismo de un anti-racionalismo que reivindica otras formas de conocimiento como la intuición, la estética o el misticismo (Novalis, Hölderling, Schelling, Bachofen).


En esta fuente del pensamiento nietzscheano se hace presente de manera notable la influencia de Spinoza, ya que sus ideas abastecen conceptualmente al pensamiento primero romántico y después ilustrado del idealismo alemán, y dan la pauta de orientación a una parte fundamental de los debates entre sus integrantes. Todo esto tiene lugar con la aparición abierta del pensamiento de Spinoza en la filosofía, que tiene lugar en la Alemania del siglo XVIII con la disputa en torno al panteísmo (Streit der Panteismus) y da lugar a lo que se conoce como la primera Spinoza-Renaissance,[1] un episodio fundamental del pensamiento alemán, en el cual, reaparece en la escena del pensamiento filosófico la figura del supuestamente olvidado “perro muerto”, Baruch de Spinoza, al discutirse la preeminencia de Spinoza en la filosofía paralelamente a la integración sistemática al pensamiento alemán de muchas de sus ideas.