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La Vitalidad es el presente. Todo está en la vida y es la vida, los cuerpos mueren pero la vida continúa, es eterna. Siempre se está en medio de la vida y la vida en medio de nosotros. Nos atravisa para llegar a otros, así como atravesó a otros, para llegar hasta nosotros. La vida es incontrolable, poderosa, inalienable, misteriosa, creativa. La vida es salvaje: es el amor.



domingo, 20 de julio de 2014

LA IGNORANTE ERUDICIÓN DE OCTAVIO PAZ

Octavio Paz habla del EZLN desde el laberinto del criollismo intelectual.

En el mundo del poderoso no caben más que
los grandes y sus servidores. En el mundo que
queremos nosotros caben todos.

4a Declaración de la Selva Lacandona


Ignorancia, servilismo, ridícula arrogancia y mal gusto son las características de las palabras de Octavio Paz cuando habla de zapatismo, política o cultura. Es como una María Félix de las letras, puro flatus vocis (término irónico con el que los medievales sutilmente se referían a quienes hablaban para no decir nada confundiendo el orificio de su boca con el de su ano: una boca que sólo produce aire), otra "estrella" de utilería de la alta sociedad mexicana, que por cierto, cuando sucedió el levantamiento de los zapatistas en 1994 los calificó de "nacos".

Octavio Paz forma parte de un sector de la intelectualidad mexicana heredera del poder, una élite de intelectuales y "artistas" que llevan a la cultura los prejuicios, vicios y abusos de la sociedad mexicana, y sobre todo, de los sectores de los que formaron parte, así, el eurocentrismo, el clasismo, la complicidad con las fuerzas, por una parte conservadoras y por otra capitalistas, son las perspectivas fundamentales de su quehacer "cultural". Y es comprensible, pues es precisamente esta estructura clasista, e incluso racista, la que hace posible su posición.

Se podría pensar que la condición conservadora de un intelectual es una cuestión secundaria y que sus posiciones políticas no influyen en nada a su obra y mucho menos que sean capaces de afectar de algún modo a la cultura, sin embargo, no es así, al contrario, pues la obra "sirve" o tiene por contenido, valores y razones que definen su forma expresiva y su sentido. Y mucho menos puede pensarse que no afecten a la cultura, cuando la relación de esos intelectuales con el poder hace que tengan puestos políticos de toma de decisiones en la política cultural, difundiendo y haciendo de la ignorancia, los prejuicios y la charlatanería los criterios de la promoción de autores y obras.