Miguel Amoros hace una exposición polémica de lo que es el pensamiento posmoderno y sus implicaciones conservadoras, procapitalistas y antirrevolucionarias.El pensamiento posmoderno como nocivo al pensamiento anarquista y a todo pensamiento crítico. A pesar de que generalmente se piensa que el pensamiento posmoderno es crítico y liberador.
La exposición de Amoros es muy clara y entendida de lo que ha sido el pensamiento revolucionario teórico y los movimientos emancipatorios. En ese sentido es especialmente valiosa en el contexto actual en el que charlatanes tratan de hablar de filosofía y cultura crítica confundiéndolo todo desde lugares comunes y clichés, you tube está plagado de ellos.
Inicia su exposición hablando de los antecedentes modernos del pensamiento revolucionario, poniendo especial acento en el pensamiento de Hegel que sería el heredero del pensamiento ilustrado emancipador, y en cierta forma, el principio del pensamiento revolucionario radical en sus discípulos Marx y Bakunin. Amoros le da una importancia fundamental a esta tradición ya que para él constituye incluso el elemento emancipatorio que recorre los movimientos del siglo XX, como es el movimiento del 68, que es motivado por el pensamiento situacionista heredero de Hegel y nutrido por los elementos de pensadores que piensan desde el arte, la cotidianidad, la antropología y otras disciplinas nuevas.
Respeto al pensamiento posmoderno para Amoros implica una especie de reflejo de la situación social en la que se sume el siglo XX. Los tópicos de la muerte, la nada, la escisión de esencia y existencia, la crisis identitaria que lleva a la exaltación de elementos como el nacionalismo, la raza, son reflejo de la situación social crítica y totalitaria en la que se encuentra la sociedad, los efectos de la destrucción capitalista y su imposición a través de la represión del Estado, las personas son extremadamente pobres o peligrosamente amenazadas en su vida: el origen del pensamiento posmoderno. El pensamiento de Heidegger sería la expresión de esa situación, y sus herederos, continuarían su labor, siguiendo el proceso de descomposición social, dando recursos para sobrellevarlo, y simultáneamente, descalificando los elementos de otros pensamientos que podrían implicar una crítica o alternativa a esa situación.
Si bien el planteamiento de Amoros es polémico también interesante, ya que a la par de criticar el pensamiento existencialista critica gran parte del pensamiento crítico de los 60, como el pensamiento de Lyotard y Foucault, por continuar esta posición que niega las posibilidades de un pensamiento comprensivo, y sobre todo, que reivindique la capacidad y potencia revolucionaria, centrándose en la relatividad, la imposibilidad de distinguir entre verdad y mentira, la anulación de los recursos históricos, pues ni historia ni sujeto tienen realidad, e incluso, los problemas más importantes se convierten en los problemas de individuos o pequeños grupos aislados. Individuos y minorías que sólo buscarían su beneficio entendido en los términos de un gozo muy elemental y problemas personales que se resuelven a través de un anti normalismo, hacer lo contrario a la norma pero sin proponer una alternativa distina, vegetarianismo, trasvestismo y empoderamiento. Incluso llega a afirmar que la idea de la micropolítica es nociva pues no habría nada distinto al poder, idea a la que llegó también Foucault y lo hizo replantear la orientación de su pensamiento en la última parte de su obra pero sin abandonar el sesgo individualista que ya había tomado.
La exposición concluye planteado que el pensamiento posmoderno es nocivo al anarquismo pues niega los fundamentos ilustrados de los que parte: la capacidad revolucionario del sujeto, la potencia del pensamiento racional, la fuerza de la razón y la verdad, la importancia y continuidad de los procesos históricos, la relevancia de las categorías colectivas de masa o pueblo. El pensamiento posmoderno sería un pensamiento propio de los grupos universitarios, que reproducen la subjetividad de jóvenes europeos d e clase media, es un pensamiento de individuos adaptados a un mundo que tiende a la destrucción de lo humano y a la pasividad frente a esta destrucción, individuos aislados en las dinámicas de las redes sociales y el consumo, la soledad y la impotencia. Amoros alerta contra las nuevas tendencias anarquistas que tratan de integrar posiciones posmodernas a costa de ignorar o negar la tradición teórica y practica el anarquismo, así, como sus capacidades subversivas.
Para Amoros el pensamiento posmoderno en una reivindicación de la destrucción de la cultura y el pensamiento revolucionario, es el nihilismo consistente en la destrucción de todo en función de la ganancia, el imperio del capitalismo, el valor de cambio, sobre el mundo y el ser humano, valor de uso. Aquí el enlace:
https://www.facebook.com/colectivo.autonomomagonista/videos/787555838117766/?hc_ref=ARQCgn9QrC_VIb9csUKDFiuVy9VUY_ZI_caO1y6x4HmJ7HbTP26dyJC4tsTDrjwEiWw
Filosofía salvaje: mesetas y delirios de Spinoza, Deleuze, Nietzsche o Benjamin. Poesia salvaje: visiones y sueños de Rimbaud, Kafka, Cortázar, Rulfo o Bolaño. Vitalidad revolucionaria de los cantos indígenas, negros, gitanos, judíos... Resistencia y Creatividad.
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La Vitalidad es el presente. Todo está en la vida y es la vida, los cuerpos mueren pero la vida continúa, es eterna. Siempre se está en medio de la vida y la vida en medio de nosotros. Nos atravisa para llegar a otros, así como atravesó a otros, para llegar hasta nosotros. La vida es incontrolable, poderosa, inalienable, misteriosa, creativa. La vida es salvaje: es el amor.
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