ELENA GARRO
Elena
Elena, siempre Elena.
Nombre
y Palabra
que atraviesan el tiempo
y los lugares
como una oración
cifrada
en esas letras.
Tu nombre
hecho de letras
ha sido leído, recitado
y recordado
por los hombres
como un anhelo
por el cual
luchar, seguir, pelear.
Sin embargo,
que injusto es este mundo
Para
ti
Elena.
Para ti
y tus hermanas
hijas y madres,
todas Helenas.
Un mundo
que sin ser el suyo
en realidad
no es de nadie.
Pues todos
Somos hijos
de alguna Elena
que como Tú
es arrojada, arruinada
y negada
de mil formas.
Y con Ella,
todos
Nosotros.
Sin embargo,
también te llamabas Garro.
Lo gutural de tu nombre
desgarra el mundo
y habla
de la fuerza, valor
y coraje
en el combate.
Un nombre que
se convirtió
en un rugido.
que con sus letras
desafió
Al poderoso
Al amo
Al militar
Al finquero
Al encomendero
disfrazado
de distintos modos.
Tu voz
se convirtió en un vendaval
que alimentaba el fuego
de una hoguera
en la que
se buscaba
purificar este mundo
de la desilusión
y destruir
la injusticia;
Pero esa hoguera
terminó
por
consumirte.
Y como
Hijos de Elena
Tu cuerpo calcinado
terminó siendo
el cuerpo
agonizante, olvidado
y arruinado
de este país
en el que
No se escuchó tu voz.
Y está siendo
consumido
por la misma injusticia
que denunciaste
y a ti
te censuró, persiguió
y torturó
con la boca amortajada
los ojos asustados.
Sin embargo,
Sin embargo,
si hay algún futuro
para nosotros
Tú lo viste en el pasado.
Tú te nos adelantaste
a todos
por voltear a ver
en el pasado
lo que seremos fuimos
Nosotros..
Todos hijos
de tantas y tantas
Elenas.
Te convertiste
en una telaraña viviente
hecha de hilos de plata
y polvos de oro
en la que atrapaste
al tiempo vivo
y a los recuerdos
como al rocío
Te enloquecieron
los golpes del poder
a los que enfrentaste
por elección;
Mientras tus palabras
se hacían poemas
y las palabras
de los hombres, escritores
e intelectuales
-mansos como un ganado
adormilado-
apenas y les servían de adornos
como corbatas
o collares con cadenas
para que el amo los utilizara
como una perrada rabiosa
o juguetona
según le viniera la gana.
Alzaste la voz
cargada de recuerdos
y dolores
en este tiempo inerte
y polvoso,
del olvido
y la ignorancia.
Alzaste la voz
con saber
y con memoria
entre hombres
que no tenían memoria
porque no sólo
eran ignorantes de su presente
sino también del pasado
y por eso estaban muertos.
Elena del presente,
Elena del pasado
Siempre Elena.
Nombre
disputado
por la avaricia
de los hombres
en un campo
de batalla
en el que Tú
sin temor
y sin inmutarte
apareces en un escenario
clara y simple
como el agua
sólo
con tu vos luminosa
entre las manos
ofreciéndola
como una ofrenda al tiempo
para convertirlo en vida
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