Este 2019 empieza con la confirmación de varias sospechas y
advertencias de análisis previos hechos respecto al gobierno de López Obrador.
Algunos de los intelectuales más críticos en México y el movimiento político mexicano más importante de
los últimos 25 años, el EZLN, advirtieron del carácter no solamente derechista
sino incluso fascista del gobierno entrante, a partir del análisis respecto a
los integrantes del movimiento que lo llevó al poder MORENA, la actitud
dogmática de sus seguidores y autoritaria del líder, los miembros del gobierno
entrante y los primeros proyectos. Un movimiento integrado por algunos de los personajes
más corruptos de los partidos que ya antes habían gobernado y contra los que
supuestamente el movimiento MORENA constituía una alternativa, empresarios
relacionados con los anteriores presidentes y grupos políticos que se han
beneficiado con la privatización de los recursos naturales y empresas
paraestatales, es decir, la continuidad
del proyecto neroliberal pero con la máscara de un gobierno populista y popular
Este primero de enero en territorio zapatista, como cada año,
la Comandancia General y las Bases de Apoyo participaron en un evento conmemorativo
del levantamiento zapatista y el inició de la puesta en práctica de la autonomía
en su territorio, es decir, la puesta en práctica de su propuesta política al
margen de los gobiernos oficiales. En este evento el EZLN a través de su vocero
el Subcomandante Moisés manifestaron de una manera directa su rechazo y
oposición activa al gobierno de López Obrador, dijeron que no
solamente se trata de un gobierno que miente al pueblo diciendo que gobernará para
beneficiar a ricos y pobres, cosa que según ellos no se puede hacer puesto que,
o estás con el explotado o estás con el explotador; sino que, los proyectos más
importantes de su gobierno constituyen amenazas directas al movimiento zapatista
y a las comunidades y pueblos indígenas del país, pues van por sus territorios.
Amenaza ante la que el movimiento zapatista, a través de su vocero, manifestó
que no tendrán miedo ni se dejarán, venga lo que venga haciendo alusión no
solamente a su oposición activa a estos proyectos sino también su eventual
enfrentamiento ante un ataque del ejército disfrazado de guardia nacional en
este gobierno, pues el EZLN no dejará de organizarse, resistir, luchar: “Aunque
consulten a mil millones, no nos vamos a rendir. O aunque le pidan permiso a su
chingada madre, no nos vamos a doblegar.” Frase que hace alusión al triunfo de
Obrador por 30, 000 000 de votos con los que pretende legitimar todas sus
acciones, las consultas referéndums con
que su gobierno busca sobre legitimar sus proyectos más sospechosos y
agresivos, así como, los espectáculos indigenistas con que su gobierno desde su
inicio ha utilizado a organizaciones priistas para aparentar un supuesto apoyo
de todos los grupos indígenas del país. En el mismo discurso el EZLN recalcó
que ante el engaño generalizado nuevamente se hace evidente que están solos,
que todo lo que han hecho con todo y los errores lo han hecho ellos y que nadie
va a venir a salvarlos, con lo que manifiestan entender la gravedad del
dogmatismo de las masas con un gobierno neoliberal que viene a terminar lo que
los otros dejaron inconcluso.
Las características fascistas en las que coincide Obrador con
Bolsonaro y Trump es importante señalarlas pues ya varios críticos y el mismo
zapatismo el año pasado dieron este adjetivo al nuevo gobierno. Aunque algunos críticos
sudamericanos empiecen a exigir un análisis más riguroso de estos gobiernos que
los distinga de los gobiernos fascistas del siglo XX, e s importante señalar
que aunque los contextos sean diferentes, y por ello, muchas de sus
características también, hay elementos comunes con estos movimientos, algunas
incluso agudizadas por el desarrollo del poder económico y militar, así como
por el desarrollo de la tecnología y las telecomunicaciones que caracterizan
particularmente las maneras de comunicación y las formas de estos gobiernos,
aunado a que muchos elementos del fascismo iniciaron antes del siglo XX y
sobrevivieron a la derrota del eje en la Segunda Guerra Mundial. Hay que
señalar que entre estos movimiento no sólo hay diferencias sino también
elementos comunes, incluso la supervivencia de fuerzas y grupos que emergieron
en el fascismo del siglo pasado, empresas y capitales en particular que podrían
rastrearse en un estudio detallado que abarcaría los primeros movimientos
colonizadores y las pugnas entre sus actores.
Si bien, el fascismo del siglo XX utilizaba el nacionalismo
de una forma que hoy la economía transnacional no lo permitiría, se recurre al
discurso de lo nacional, y sobre todo, de lo popular para justificar políticas autoritarias
y pro capitalistas, en un contexto en el que a pesar de que las economías ya no
son nacionales tiene sus centros políticos aún en ciertos países, lo que se
presta a la confusión . Un elemento más dentro de varios que destacaríamos, de
este nuevo fascismo, es que implica una continuidad con el uso de la tecnología
de las comunicaciones, pues así como no son los pueblos sino los mercados y los
capitales los que se busca beneficiar, los fascistas de la década de los treinta
y cuarenta se destacaron por su capacidad para usar las nuevas tecnologías del
radio y el cine para hacer su propaganda, los nuevos gobiernos a los cuales nos
referimos utilizan las redes sociales, las plataformas de entretenimiento, la
televisión, el cine y la radio para difundir un discurso intolerante,
autoritario y lo más importante procapitalista, aunque se diga defensor del
pueblo, y por ello, reivindique a grupos sociales vulnerables o afectados por
las políticas de gobiernos anteriores, que ante los pocos beneficios de unas políticas
paternalistas están dispuestos a legitimar cualquier medida intolerante
como no había sucedido antes. Un ejemplo
de esto puede verse en el uso que de las redes sociales hacen los seguidores de
Obrador, un uso acrítico y fanático para con las acciones del gobierno, que incluso respecto a los
opositores raya en el barbarismo, como se pudo ver tras las declaraciones del 1
de enero por parte del EZLN, las redes sociales como nunca antes los medios
impresos se llenaron de condenas, descalificaciones y amenazas al zapatismo,
pidiendo de manera masiva que se les persiga y reprima , algo que contrasta
alarmantemente con el apoyo que la opinión publica había manifestado al
movimiento zapatista, lo que muestra cómo las masas han cambiado y han sido
condicionadas por el uso de estas tecnologías al grado de apoyar la represión a
un movimiento popular que había sido apoyado masivamente. Las redes sociales
muestran el rasgo fascista que han adquirido las masas bajo estos gobiernos y
su forma política, los mensajes de desprecio y violencia contra el zapatismo
por parte de miles de usuarios de las redes pidiendo que se les reprima,
muestran cómo las masas están siendo utilizadas para reprimir pero también para
apoyar proyectos de despojo y explotación de los recursos naturales por
capitales extranjeros, pues no hay que olvidar que esto es lo que está de fondo para el
gobierno, el apoyo, permisividad, al saqueo nacional en beneficio de capitales
extranjeros, que otros gobiernos con sus reformas no pudieron realizar.
La coincidencias de Obrador con Bolsonaro llaman fuertemente
la atención en relación a sus proyectos iniciales que implican la recuperación
de tierras y recursos naturales en manos de comunidades indígenas, así como la
construcción de un tren, que en el caso de Brasil atravesaría la Amazonia y el
en caso de México el sur del país rico en recursos naturales, con la
justificación para ambos de servir al transporte de mercancías y al desarrollo
de la región, pero que en ambos casos implica un conflicto de exterminio con
las comunidades indígenas de ambas regiones.
En el caso de México esto resulta un poco más complicado y difuso
debido por una parte a que no se manifiesta abiertamente como en el caso de
Brasil o USA, así como por la historia misma de la izquierda en México y las
resistencias populares, los grupos capitalistas han tenido que recurrir a camuflajear
y a la integración y compra de personas y grupos para poder presentarse con una
máscara populista frente a la población Es el caso de López Obrador y de muchos
de sus colaboradores, que durante dácadas militaron en organizaciones de izquierda
y a partir de la candidatura presidencial reciente se vincularon a personajes y
grupos con los que probablemente pactaron un acuerdo que les permitiera después
de dos intentos anteriores en las que hubo fraude electoral, ganar las
elecciones con el compromiso de obtener los recursos y los territorios que los
otros gobiernos no habían podido obtener.
Las semejanzas que apenas señalamos aquí se han puesto en relieve
a partir de declaraciones y mensajes de Trump, quien ha manifestado su simpatía
por López Obrador desde su triunfo, a quien llamó Juan Trump como un símbolo de
la complicidad pero también de la subordinación de este personaje, como se ha
podido ver en los proyectos y declaraciones del gobierno mexicano que
reivindica la cooperación con USA para el control migratorio, a través del que
se busca refrenar la migración a USA con el establecimiento de maquilas en las
que se contraten a mexicanos y centroamericanos con sueldos inferiores a los
que se les pagaría en USA pero trabajando para trasnacionales norteamericanas,
así México es el colaborador con que USA pretende controlar económica y políticamente
a Centroamérica pues los acuerdos no solamente implican cuestiones migratorias
sino también de seguridad.
En el caso de México y el fascismo que empieza a instrumentarse
a través del gobierno de Obrador, la amenaza es muy grave ya que como dijimos hará
posible la realización de varios proyectos neoliberales muy peligrosos para el
país, que implicarán la pérdida de todos los recursos y la completa dependencia
de la economía local a los capitales extranjeros, dando por resultado una
sociedad pauperizada y resentida por la decepción que ya no sólo legitimará un
gobierno que tenga que enmascararse sino incluso uno abiertamente intolerante
en la desesperación de una salida a la grave crisis a la que está entregando al
país las ambiciones de poder y los acuerdos hechos por el gobierno entrante.
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