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La Vitalidad es el presente. Todo está en la vida y es la vida, los cuerpos mueren pero la vida continúa, es eterna. Siempre se está en medio de la vida y la vida en medio de nosotros. Nos atravisa para llegar a otros, así como atravesó a otros, para llegar hasta nosotros. La vida es incontrolable, poderosa, inalienable, misteriosa, creativa. La vida es salvaje: es el amor.



miércoles, 11 de diciembre de 2024

FAUSTINO CHIMALPOPOCA Y LA PROTO-VANGUARDIA POÉTICA PRE-MEXICA-NA

 

Heriberto Yépez es de los escritores mexicanos más importantes de las últimas tres décadas, periodo particularmente importante en la redefinición de la literatura mexicana y el pensamiento teórico, que significativamente, hace de puente entre dos siglos. Periodo que ha concentrado vertiginosamente cambios sociales y civilizatorios que se han traducido en una transformación radical de la república de las letras, o como mejor convendría decir, desde el discurso del ensayista-poeta-crítico y artista visual de Tijuana, la ciudad letrada. Puesto que la literatura mexicana se ha repensado, de manera forzada, así como, el pensamiento y la teoría, desde la perspectiva de impulsos decoloniales y deconstructivos del poder y la hegemonía cultural, por lo que a pesar de los cotos de poder editorial-gubernamental y las plumas célebres, existe una nueva concepción de la literatura que busca dar cabida a tradiciones, estilos y nombres no solamente desconocidos del presente o el pasado próximos, sino incluso, a personajes ignorados en un pasado remoto, por carecer de las relaciones y compradazgos con los caciques en turno o insistir neciamente en estilos, temas, relaciones heréticas o prácticas sospechosas para la élite de los escribas y amanuenses del poder.

 

Este periodo de búsqueda y reivindicación ha contado, en la escritura de Heriberto Yépez, con uno de sus protagonistas tan discreto como importante, pues desde la periferia y la experimentación, fronteriza -pues radica y escribe desde Tijuana- y digital - se ha caracterizado por practicar y teorizar de manera visionaria las diferentes formas y soportes de la escritura digital- ha acompañado, y en muchos casos, abierto brecha en el estudio, la lectura, difusión e interpretación de importantes escritores y artistas que se han vuelto piezas clave y referentes en los diferentes circuitos culturales institucionales y autogestivos a nivel mundial, desde algunos beatniks a los infrarrealistas, hasta artistas experimentales como Ulises Carrión; quienes más allá de los clichés y la falta de figuras o acontecimientos relevantes en las élites culturales mexicanas, han dado nuevos contenidos a la literatura y la cultura mexicanas.

 

El más reciente descubrimiento y estudio en esta labor disruptiva, es el caso del poeta indígena del siglo XIX Faustino Chimalpopoca. Figura ninguneada y relegada del panorama de la ciudad letrada por necedad y por mala suerte que se han convertido en incomprensión desde la perspectiva de quienes hacen la historia de los vencedores, para quienes Chimalpopoca no pasa de un profesor de náhuatl segundón de la Pontificia Universidad de México y mal traductor que cometió el error imperdonable de aliarse con Maximiliano y su proyecto político, no tanto por traición a la patria como por equivocarse de bando y no aliarse con quien venció. Y es que como señala Yépez, en una investigación que inicia desde su tesis doctoral dedicada a la poética náhuatl y el marxismo (posibles comunismos y revoluciones indígenas), Faustino Chimalpopoca es un caso único y maravilloso a nivel mundial, el caso de un poeta de vanguardia antes de las vanguardias, que escribe en español y náhuatl, en México a mediados del siglo XIX poemas experimentales encriptados en los palimpsestos de manuales de náhuatl. Un poeta intempestivo que produce un discurso emparentado espiritualmente tanto con la literatura moderna que sucederá medio siglo después, e incluso, con las vanguardias que sucederán un siglo después. Lo cual, podría parecer una exageración motivada por un exceso de emoción de un crítico, pero que tratándose de Yépez hace que antes de emitir un juicio se lean los textos del autor que interpreta. Y que efectivamente, cumple las expectativas y la comparación con los pares con los que lo iguala Yépez: Mallarmé, Rimbaud, Baudelaire o incluso, Becket. 

 

La lectura e interpretación de Chimalpopoca como poeta de vanguardia es compleja por la cantidad de temas, circunstancias y contextos en que se basa, pero que puede ser reseñada y dimensionada si se consideran sólo algunos motivos significativos y trascendentes por su potencia innovadora:

 


1)    Chimalpopoca es un poeta experimental y marginal Avant la lettre, que sabe que su poesía crítica del poder novohispano y la crisis civilizatoria en que sumió a las poblaciones populares de indígenas sobrevivientes, no tiene cabida en un canon en el que la única literatura indígena que existe es aquella que es cómplice de la conquista y hecha por las élites indígenas sobrevivientes y colaboradoras con el conquistador. Por lo que sus temas y estilo expresan una estética decadentista y rebelde que ironiza la situación de la población y la supuesta literatura indígena reducida a una serie de textos que confirman la disposición para obedecer y aceptar la evangelización (huehuetlatolis) o narran la idolatría y falsedades de las creencias prehispánicas, así como, las riquezas a apropiarse (Sahagun).

2)  Chimalpopoca es un hombre de su tiempo, producto de las circunstancias y convergencias de la destrucción del mundo indígena y la exclusión del mundo novohispano, pero con la condición y los recursos intelectuales para expresarse. Es decir, no se trata propiamente de un poeta posmoderno o de vanguardia (porque además aún no existían), sino de un indígena que tiene la necesidad y la capacidad para expresar la situación existencial en que vive en el momento y el lugar del surgimiento de la modernidad, donde además convergen de manera intensa las contradicciones en que se basa esa modernidad, como destrucción civilizatoria y cultural de otros pueblos que harán posible la abundancia y libertad de Occidente. 

viernes, 29 de noviembre de 2024

México y el Surrealismo

El surrealismo,  a pesar de sus tropiezos y limitaciones, no deja de ser ese fenómeno liminar o remanente de la gran imaginación en el arte occidental. Esa cola del cometa del Romanticismo a que se refería Breton. Pues en el surrealismo convergieron los anhelos y creaciones de los últimos grandes artistas europeos herederos de las visiones y los sueños románticos; continuadores de las grandes aventuras de Baudelaire a Rimbaud, de Delacroix a Goya. Es decir, la continuidad de las búsquedas espirituales del alma, la religión por otros medios y con otros fines, como le gustaba pensar al padre de todos los románticos, Baudealire.

Sin embargo, más allá de la nostalgia romántica, el surrealismo fue una de las últimas aventuras teóricas y estéticas de la cultura occidental, al tratar de apostar todos sus recursos a la acción y praxis propiamente artística que consiste en participar en la creación y concepción sensible de mundos nuevos. Por ello, el romanticismo se convierte en vanguardia artística e innovación técnica, pero también en revolución política pues las obras y los artistas permiten percibir y sentir cuáles son los obstáculos y las condenas que impiden a un nuevo mundo y sus relaciones sociales nacer. De tal modo, el arte surrealista se convierte simultáneamente en movimiento revolucionario, con los atinos y desatinos que conllevó hacer acuerdos, compromisos y vínculos con la política real, pasando de movimiento subversivo a partido político.

En tan atractiva y convulsa historia convergieron muchos relatos, encuentros, versiones y episodios. Uno de los más notables y hermosos es el capitulo dedicado a y vivido en México que se caracteriza por las particulares circunstancias y fenómenos históricos del siglo XX, así como, por las particularidades y características de la rica historia y cultura mexicanas. Pues más allá del cliché o el lugar común, simplistas y complacientes, de pensar a México como un país surrealista sólo para turistas distraídos, la sociedad mexicana y su cultura se convirtieron en un espacio privilegiado no sólo para inspirar, sino incluso,  para continuar con la aventura surrealista, desde las primeras intuiciones, pioneras, de Artaud, que viene a México en la década de los treinta creyendo encontrar a esos descendientes de la tierra roja que hicieron una revolución para recuperar la sabiduría de sus ancestros; pasando por el mismo Breton para quien México era el país que más le interesaba conocer y visitar, e incluso después de hacerlo afirmó que ahí todo lo hecho está como acariciado por las manos del amor. Hasta las posteriores y no menos importantes comunidades de artistas surrealistas desarrolladas por los exiliados en México tras  los sucesos de las Guerras Mundiales y particularmente la Guerra Civil Española, que trajo a México el importante grupo de surrealistas reunidos en torno a la figura de Remedios Varo y cuyas ramificaciones alcanzaron con Leonora Carrington a recibir a un joven Alejandro Jodorowsky, que como aquellos, terminó de formarse en México mezclando y nutriendo su búsqueda de espiritualidad y nueva estética con la mitología indígena y la cultura popular barroca de la sociedad mexicana que tiene una de sus expresiones en lo que se ha dado en llamar realismo mágico.

En estos términos resulta ilustrativo pensar y considerar la importancia del  capítulo surrealista mexicano a través del cuadro de Remedios Varo, La fuga, perteneciente a una trilogía dedicada entre otros temas al itinerario personal de Varo que la llevó del claustro y la cerrazón católica en su infancia y juventud -que vivió en las instituciones religiosas en las que fue educada-, y los posteriores horrores de la guerra y su intolerancia en contra de la creatividad y la disidencia política en España; a fugarse a un mundo o un espacio propicio para ensoñar ese mundo u otros mundos mágicos, México, espacio de la calma que nunca antes había tenido -en sus propias palabras- en el que se mezclan la aspiración de otra realidad con los contenidos y los saberes de la magia medieval, la mitología indígena y el saber psicoanalítico, así como, una tradición cultural y amistades -como Leonora Carrington- con quienes se pudo dedicar lúdica y creativamente a la literatura, la brujería o la cocina recreando y ensoñando despierta los ingredientes y las costumbre mexicanas. Pues se trata de un cuadro en el que una mujer que dirige una fantástica máquina de transporte es acompañada en una especie de huida por un hombre, rodeados por una especie de aura milagrosa o preciosa a través de peligrosos y hostiles acantilados en dirección a una montaña, símbolo tradicional de la conquista espiritual. Así el cuadro La fuga, es un testimonio de lo que fue y significó estéticamente México para los surrealistas; pero también, la realidad de libertad y tolerancia que en ciertos espacios los procesos sociales del pueblo mexicano lograron conquistar, y que sirvieron para dar unas condiciones a artistas y pensadores que en esos momentos, e incluso en estos, ningún otro lugar del mundo ha podido ofrecerles. Un lugar y una mitología que alimentó a uno de los últimos grandes momentos del espíritu artístico mundial y que llevan el nombre de México.


  

viernes, 22 de diciembre de 2023

Película Los Delincuentes



La película dirigida por Roberto Moreno, producción brasileño-argentina, y estrenada en 2023, es una brillante excepción en el mundo cinematográfico contemporáneo, que sobresale no sólo por sus cualidades narrativas y estéticas, sino también, por su fidelidad y culto al lenguaje cinematográfico en un momento de pobreza y crisis en el circuito tanto comercial como pretendidamente artístico, convirtiéndose no solamente en una gran película sino también en una profunda crítica y reflexión sobre el cine y su situación actual.
 
En entrevistas el director Roberto Moreno declara su intención de recuperar los recursos propios del discurso cinematográfico, tipos de planos y montaje, a la manera en que los hacían los directores de los diversos momentos de la época de oro del cine, los 20 en Alemania, los 50 en Italia y USA o los 60 en Francia; y en un momento, el actual, en el que el cine tanto comercial como de arte abandona este lenguaje por el uso de recursos espectaculares como los efectos especiales o la narrativa propia de las series. Por lo que su película hace uso de planos y cortes a la manera de los grandes directores, sobre todo los de la novelle vage, que convertían la música en un recurso narrativo y dramático privilegiando más que “lo que se cuenta”, “cómo se cuenta” en una experimentación sobre las posibilidades perceptuales del cine y una reflexión sobre tales posibilidades.
 
De tal manera, la película Los delincuentes se convierte intencionalmente en un manifiesto fílmico y una declaración de principio s, en una apuesta por el cine en el momento, en que como se menciona en la película en la voz de un personaje que es un director que se atodenomina videoasta y que filma planos interminables de las pampas argentinas, este ha muerto o por lo menos no del todo. Por lo que el discurso utilizado en la película se convierte en un ejercicio de exploración de las posibilidades actuales del cine en el momento actual en el que los recursos del cine son abandonados comercialmente y por los directores de cine de arte que hacen sus películas no para explorar o experimentar sino para ganar concursos, películas  en las que se repiten fórmulas y discursos efectistas que siguiendo el discurso de la publicidad y las redes sociales sólo buscan impresionar o impactar renunciando tanto a las posibilidades narrativas como estéticas.
 
En estos términos, los recursos discursivos de los planos y el montaje rinden tributo con su forma a Eric Rohmer, Godard y Bresson; y la trama es un homenaje demás de a la película argentina Delincuente, a las profundas historias de Bresson y Truffaut, con una reflexión sobre la delincuencia y el poder. 
 
Con tal perspectiva y recursos la película Los delincuentes aborda la historia de un par de trabajadores de un banco, que ante la falta de posibilidades vitales en un trabajo repetitivo en el que se encuentran con personas en las que no solamente sus nombres y sus firmas se repiten sino también sus vidas y en jornadas iguales en las que la única expectativa es comprar un traje de vez en cuando o salir de vacaciones una semana al año; encuentran la posibilidad de salir en búsqueda de la libertad cometiendo un robo en el banco con el monto exacto del salario que se les pagaría hasta el día de su jubilación y por el cual uno de ellos purgará una pena en prisión mientras el otro guarda el dinero; lo que les permitiría vivir en el campo los cuarenta años que aún les faltaban para jubilarse. Historia además de interesante profundamente crítica de la sociedad contemporánea en el que las formas del trabajo y la cotidianidad son en realidad formas de esclavitud moderna ante las que la película ofrece una alternativa estética y lúdica que embarca a sus personajes en una aventura que los lleva a cambiar sus vidas y a un espacio en el campo, para esconder el dinero, en el que encuentran junto al contacto con la naturaleza el amor y la amistad con un grupo de jóvenes que están filmando una película experimental en la pampa. Oposición entre el espacio urbano del trabajo y la normalización monótona y el campo relacionado con la naturaleza, la creatividad y el amor. Trama que permite al director experimentar con los formatos en la primera parte con una especie de documental de la ciudad de Buenos Aires filmada con cámara en mano y sin el cuidado de evitar la interacción con los transeúntes, y en la segunda parte, co n una serie de planos bucólicos y oníricos del campo y los bosques en un viaje en búsqueda de la libertad en que se convierte la película.




miércoles, 22 de noviembre de 2023

EL HOMBRE CONTROLADOR DEL UNIVERSO (Man at the crossroads)

La encrucijada de la Modernidad

 

 

La modernidad es un cruce de caminos. Un encuentro de espejos opuestos. Un laberinto a veces con el hilo de Ariadna; a veces sin el hilo de Ariadna. La búsqueda y la pérdida de Teseo. Las danzas de Minotauro. El conocimiento y la ignorancia. La luz y la oscuridad que intermitentemente muestran y ocultan los caminos como un acertijo o como una pregunta. A veces y aún el mito, a veces y todavía no la razón.

 

 

Es la dialéctica, en realidad muy mencionada y poco entendida. Nunca un plan ni un mapa que en un laberinto que cambia de poco serviría. Más bien, se trata de inventar, de encontrar, de re-crear nuevos caminos. De contar de mil maneras nuevas la historia de lo que será; de encontrar lo que se perderá y volver a perder lo encontrado. Pues todo está cambiando desde las aguas de aquel viejo río que nunca ha dejado de ser el mismo.

 

 

En 1932 Diego Rivera inicia una obra monumental, un mural titulado Man at the crossroads, que nunca conoceremos por dos razones: 1) porque la obra no se terminó ante su cancelación por parte de los dueños del inmueble en Nueva York donde se estaba realizando, y al cual, se suponía que iba a decorar, El Centro fotográfico y vestíbulo del Rockefeller Center (parte del primer complejo comercial que comprende catorce edificios y era la construcción privada más moderna de su momento) ubicado en la quinta y la sexta avenida; y 2) porque lo que iba de la obra fue mandado destruir por sus dueños y reemplazada por los murales de otros artistas.

 

La violenta reacción y censura de la familia Rockefeller respondió a la actitud irónica y militante del artista, que ante el pedido de los magnates realizó una misteriosa obra mural en la que aparecía la figura de Lenin y la representación de las manifestaciones del primero de mayo que a sus propietarios por lo menos les pareció de mal gusto o una provocación infundada pues al verla inmediatamente solicitaron al autor eliminarlas de la obra quien en lugar de hacerlo agregó retadoramente las imágenes del todavía peor padre de todos los líderes y autores revolucionarios, Carlos Marx, acompañado de Engels y de varios líderes revolucionarios socialistas; por lo que la afrenta, reto o burla si aún no había sido entendida o había quedado en duda era confirmada. Pues ¿qué esperaban los Rockefeller de Rivera? ¿querían que decorara su edificio con motivos pintorescos y folcloristas mexicanos?, y algo aún más interesante ¿por qué Rivera aceptó tal pedido?, y una vez empezada la obra con tales temas y motivos ¿qué reacción esperaba de sus patrones, o por lo menos, de aquellos que se creían sus patrones y se comportaron como tales?

 

Un misterio cubre a otro misterio y como único indicio concreto sólo contamos con los esbozos conservados en el Museo Anahuacalli y el mural El hombre controlador del universo ubicado en del Palacio Nacional de Bellas artes. En los cuales, el artista recuperando los motivos y temas del proyecto neoyorkino muestra la poderosa imagen de una encrucijada, un momento de la historia del siglo XX, el acontecimiento del enfrentamiento entre dos visiones del mundo que signaron el inicio y el final del siglo XX y que se enfrentan una a la otra en las imágenes o los reflejos de dos espejos o lentes enfrentados que buscan guiar en su decisión al hombre de la técnica. La encrucijada del hombre moderno que cuenta con los conocimientos de la ciencia y los instrumentos y máquinas de la técnica, ubicado en el centro de la imagen, presidiendo un fantástico universo hecho de imágenes y luces: los reflejos, conocimientos y espejismos de las ciencias naturales y las ideologías políticas que con sus instrumentos muestran la imagen amplificada de la realidad física y social; átomos, células, bacterias, virus, estrellas y constelaciones que se mezclan con los comportamientos animalizados y brutales de burgueses haraganes, así como, con la injusticia de la miseria y la respuesta socialista a esa injusticia en las movilizaciones obreras y militares del ejército soviético.

 

Una encrucijada que como lo indicó Bolívar Echeverría, varias décadas después, es el sino de la modernidad, un dilema en el que se debate la posibilidad de dos mundos, uno, el de la brutalidad de la violencia y la explotación del hombre por el hombre agudizadas por el uso generalizado de la técnica, que de ninguna manera puede calificarse de una frase panfletaria o retórica frente a una realidad social que desde el siglo XX y la actualidad muestran a cualquiera los perniciosos efectos de la comercialización capitalista  de las relaciones sociales en los fenómenos de la pobreza generalizada, incluso en los países autodenominados desarrollados, la migración forzada, la persecución política, el crimen organizado y el deterioro político-social y ambiental; y el otro, un mundo en el que el conocimiento científico y la técnica, al servicio del bienestar de todos y usados con la guía de la razón que no solamente permite utilizar sino también comprender, haga posible la satisfacción de las necesidades sociales y el desarrollo de las capacidades y los anhelos de todos, un mundo que si bien está por descubrirse también se ha vivido en diferentes grados y modos en las formas de otros mundos y sociedades en el pasado...



viernes, 3 de noviembre de 2023

Crítica al Romanticismo Político de Carl Schmitt

Ponencia presentada en el 5 Coloquio Prácticas de la enemistad en la configuración de los imaginarios mexicanos


Si bien, pensar es en gran parte imaginar. Hay distintos tipos de pensamiento, y con ellos, de imaginación. Es decir, que en cierto modo con la sofisticación del pensamiento hay una sofisticación de la forma de imaginar. Pues no es lo mismo el pensar cotidiano y espontáneo que sólo recuerda lo percibido casi inmediatamente o fabulado por uno mismo o el grupo en busca de una explicación cualquiera, o por lo menos, para satisfacer a las necesidades y responder a los problemas inmediatos; que el pensar elaborado metodológicamente que busca no cualquier explicación o respuesta sino aquella que está más cercana a los hechos y causas, y con ello, al conocimiento. Es decir, el pensar propio de la ciencia que por la manera en que es producido trata de superar y distinguirse de un pensamiento mítico.
 
Un pensar científico opuesto al pensar mítico, que busca y en muchos aspectos consigue brindar un conocimiento objetivo de la realidad, con el cual, incidir en la transformación de la realidad adecuándola a las necesidades y propósitos del ser humano. Y que implica una particular forma de imaginar lo que está y va más allá de lo inmediato o particular, contribuyendo a la abstracción y la generalización del conocimiento de las causas y relaciones de los hechos pasados y la prognosis de los hechos futuros a partir del conocimiento de las leyes y las estructuras de los fenómenos presentes. 
 
La Ilustración moderna, entonces, es ese propósito y acto de un pensar metodológico que busca no cualquier explicación ni respuesta sino aquella que trata sobre las causas y los hechos de la realidad. Por lo que esta época moderna, nuestra época, surge y se debate entre estas dos formas de pensar, y con ello, de imaginar. Tratando de superar el pensamiento mítico, y con ello, las supersticiones, errores e ignorancia propios de un estado de la humanidad en el que las condiciones de vida y las exigencias de la sobrevivencia en un medio signado por la hostilidad de la naturaleza y la escasez de los recursos no permiten pensar de una manera racional, e incluso, obligan a pensar míticamente y a aceptar cualquier explicación o respuesta suficiente para justificar la condición de defensa frente a la hostilidad del medio natural y la violencia de los otro en guerra permanente por la disputa de los pocos y escasos recursos.
 
En estos términos, el discurso moderno sobre la historia y la cultura se ha debatido entre estas dos formas de pensar, en una particular dialéctica de la ilustración, en la cual, a pesar de basarse en una nueva metodología y contar con nuevos recursos intelectuales y sociales para realizarla, el pensamiento moderno en muchas ocasiones es el pensamiento mítico con apariencia y forma racional. Un pensamiento que justifica, promueve y difunde como racional creencias, errores y engaños propios de explicaciones o respuestas a una realidad que se asume esencialmente hostil y violenta, y por lo tanto, justifica un comportamiento semejante con los otros, e incluso, con los propios miembros de grupo del que se forma parte.
 
El pensamiento político de Carl Schmidt es uno de estos pensamientos míticos e irracionales modernos, que promueve explicaciones y respuestas irracionales para justificar comportamientos violentos y hostiles propios de otras épocas de la historia de la humanidad. Pues su forma de pensar y explicar las causas de la violencia social que define el siglo XX, en lugar de ocuparse de las relaciones y los procesos sociales concretos que permitirían acceder a una comprensión racional, se basa en representaciones e imágenes atávicas, sobre la supuesta esencia del hombre y de los pueblos. Una esencia violenta y hostil detrás de la cual se ocultan todas las posibles causas de tales comportamientos en la época moderna relacionados con la pobreza, la explotación, represión y marginación que cualquier individuo de la actualidad reconoce como la cotidianidad de la sociedad capitalista.
 

viernes, 1 de septiembre de 2023

La gran seducción

Una de las nuevas películas de Netflix, anunciada como uno de sus lanzamientos más importantes de este año para el público mexicano es una muy agradable sorpresa, pues anunciándose como una película satírica como parte de un género ya agotado y predecible de películas que después de La ley de Herodes y las películas que copiaron la misma fórmula se convirtió en una serie de obras no solamente repetitivas y carentes de creatividad, sino en historias que tenían que recurrir a la autohumillación y la réplica del humor grotesco norteamericano como una forma de ofrecer un producto de comedia digerible y consumible de acuerdo a los criterios del mercado del entretenimiento. Sin embargo, La gran seducción recurriendo a ese mismo discurso para su promoción con actores de moda e incluso que han participado en esas películas, ofrece una propuesta de comedia política a la forma y a la altura de la comedia política mexicana de Héctor Suárez, es decir, una comedia inteligente, creativa, basada en una capacidad actoral y sobre todo una crítica real y aguda de las problemáticas sociales no complaciente con el gobierno ni su discurso ideológico como terminaron haciendo las películas del género.
La historia se basa en la situación de miseria y marginación de un pueblo pesquero de Santa María, que hasta antes de la instalación de una empacadora de pescado podía mantener de la pesca a la pequeña población de 120 habitantes; sin embargo, la empacadora que industrialmente realizaba la pesca en el mismo río hizo que la pesca no fuera posible para los habitantes de Santa María por lo que el pueblo va cayendo en la miseria provocando que las personas tengan que emigrar a USA y que la única forma de sobrevivencia sean los apoyos o bonos de desempleo del gobierno que además de ser precarios son acompañados de la vergüenza de depender de otros y no del propio trabajo, llegando incluso a tener que cobrar el apoyo de una persona difunta por parte de uno de los protagonistas. En esa situación se presenta la oportunidad de recuperar las condiciones de pesca y con ello de vida para el pueblo cuando una empresa ofrece instalar una empacadora en Santa Maria con la condición de contar con un médico, por lo que el pueblo se organiza para conseguir que alguno vaya primero al pueblo y luego se
convenza de quedarse. Mateo es el joven médico que llega al pueblo tras un incidente de indisciplina en el hospital en el que trabaja después de habérsele negado una plaza.
Los habitantes del pueblo acuerdan que la forma de hacer que Mateo se quede en el pueblo es través de una estrategia de seducción consistente en modificar el pueblo de acuerdo a los gustos del médico para lo cual desarrollan una estrategia de espionaje de sus llamadas telefónicas con el cual se enteran de sus gustos, historia y relaciones. Esta estrategia recuerda a la película de La estrategia del caracol en la que un grupo de vecinos se organizan colectivamente para no ser desalojados de manera vergonzosa por su casero, sino sacar sus cosas de la vecindad suceptriciamente todas las noches por medio de un sistema de poleas para de esa manera defender y conservar su dignidad.
La gran seducción a partir de un discurso crítico de la situación social de un pueblo como muchos en México, muestra las causas y consecuencias de la miseria producto del saqueo de los recursos naturales por parte de empresas extranjeras que destruye las comunidades forzando a las personas a migrar para mendigar unos dólares a los gringos o tener que quedarse soportando la pobreza de sobrevivir con los apoyos del gobierno que no resultan suficientes para evitar que las personas tengan que salir de sus pueblos para buscar alguna forma de vida que les ofrezca una alternativa más a solamente sobrevivir.
Como en relación con el cine de sátira política La gran seducción también propone una diferencia respecto al cine de autor o pretendidamente artístico, en el que las historias grotescas y los finales trágicos se han convertido en la normalización de un cine carente de creatividad, pues las estrategias, embustes, engaños, sobornos e incluso robos para cumplir con las condiciones que pone la nueva empresa empacadora hace que los habitantes de Santa María consigan que se instale la empacadora y eventualmente formar una cooperativa con la que el pueblo recupera las condiciones para que sus habitantes regresen y se reencuentren con sus familias pues como los dicen sus protagonistas un pueblo de 120 personas organizadas vale más que un millón de personas aisladas, planteando la problemática de una vida en el que la colectividad ocupa el lugar central de la vida social como es en un pueblo y el aislamiento y dependencia de los individuos aislados y egoístas de las ciudades; y que además para vivir bien no hacen falta riquezas sino lo suficiente para estar tranquilos y disfrutar de las estrellas por lo que de esa manera lo que hay alcanza para todos.


martes, 8 de agosto de 2023

Sociedades de Control 1 La genealogía de un nuevo poder en la sociedad digital

Las vertiginosas y profundas transformaciones de la sociedad de finales del siglo XX y principios del siglo XXI, como comprendieron de manera visionaria pensadores, artistas y filósofos implica una metamorfosis radical de la sociedad, el advenimiento de una nueva época consistente en nuevos tipos de valores, relaciones e instituciones, es decir, completamente nuevas formas de sociedad y de seres humanos -nuevas formas de percibir, sentir, pensar, imaginar, trabajar-, y con ello, nuevas formas de gobernar, someter y dominar, pero también, de liberar, es decir, también, una nueva política. En este sentido, en la década de los sesenta con los estudios genealógicos de Foucault surge una nueva línea, e incluso, una nueva generación de estudios políticos que tratan metodológicamente de ocuparse de tales transformaciones produciendo los instrumentos de estudio y herramientas conceptuales capaces de comprender estos nuevos fenómenos a partir de la metodología genealógica propuesta por Nietzsche, según la cual, el estudio materialista de una realidad material tiene que hacerse como un estudio del detalle histórico en la conformación de los entramados de fuerzas que producen lo real, es decir, que el estudio de lo que es consiste en el estudio de sus origenes, y el estudio del origen en el estudio de su altura o su bajeza,  un estudio del valor del origen.

 

Tal concepción genealógica del estudio del origen y el valor implica, como lo previó Nietzsche, una nueva filosofía, pues a diferencia de la filosofía tradicional, en la cual, predomina una concepción idealista y esencialista de una realidad siempre la misma, y por ello, a conocerse a través de ideas eternas, la genealogía como nueva filosofía, implica una concepción materialista e histórica de la realidad, que no busca el primer origen metafísico sino los orígenes históricos concretos en los cuales las cosas y los fenómenos adquieren no una esencia sino su sentido; por lo que, el estudio de la realidad ha de consistir no en una revelación, contemplación o reflexión de las verdades eternas sino en una producción de conceptos basados en el estudio y análisis histórico del surgimiento y desarrollo de los fenómenos concretos del encuentro, accidentes y acontecimientos, lucha y armonización de las fuerzas naturales, sociales y humanas.

 

Esta nueva filosofía, como lo plantea Nietzsche en La genealogía de la moral y en las Intempestivas, consiste fundamentalmente en un nuevo método interpretativo que ha de tratar a la realidad y su historia como un texto a interpretar y descifrar en sus diversos sentidos producidos por los acontecimetos, sucesos y accidentes que conforman los origenes de los fenómenos, puesto que el sentido de los fenómenos es dado por tales acontecimientos que conforman una disposición de fuerzas, poder, así como, una dirección u objetivo, sentido. De tal manera, el estudio de los origenes implica el estudio del valor, el valor de origen, pues en el origen se ecuentra la explicación de lo que es y sobre todo, de por qué es como es en relación a lo que algo puede, poder, y a lo que alguien quiere, voluntad. Por lo que el tema del valor, como lo valioso o lo deseado, se encuentra en los inicios de los orígenes como la expresión de la composición o entramado de fuerzas que determinan lo que se puede y lo que se quiere; una nueva concepción, de la realidad, lo social y lo humano, según la cual, lo real está siendo producido constantemente en el encuentro y lucha de fuerzas que determinan los fenómenos, por lo que su estudio a de ser, un estudio histórico de los orígenes y del valor -la dinámica de las fuerzas: una genealogía.

 

Como lo entendió Foucault, la genealogía nietzscheana implica fundamentalmente una concepción productiva de la realidad, según la cual, lo real está siendo producido constantemente en la dinámica inmanente y material del ecuentro de fuerzas que determinan la disposición y el sentido de los fenómenos de lo real que son no solamente reproducidos de manera idéntica, sino sobre todo, inventados o reinventados también constantemente en una tranformación permanente; por lo que, cualquier estudio del origen tiene que considerar tal carácter productivo y transformador, como proponen los estudios genealógicos foucaulteanos, en los cuales, el poder es concebido fundamentalmente, como productivo, a diferencia de los estudios políticos tradicionales en los cuales por sus efectos negativos se concibe al poder de una manera negativa como represión o sometimiento, pues para Foucault por sus efectos el poder es sobre todo productivo al producir subjetividades y relaciones sociales institucionales, es decir, formas de seres humanos, comportamientos, gustos, valores, y sobre todo, relaciones sociales específicas y concretas para tales seres humanos.

 




viernes, 7 de julio de 2023

¿Qué es la Ecosofía?

A partir de sus investigaciones multidisciplinarias, pero sobre todo, de su polifacética práctica profesional y militante que comprendía desde la dirección de la clínica La Borde hasta la conformación de grupos de estudio y militancia política en relación con colectivos y sindicatos de diferentes países, Felix Guattari desarrolla el concepto de ecosofía, una propuesta teórica y militante que proponía abordar las problemáticas sociales en sus tres dimensiones psíquica, social y ecológica, al comprender que las transformaciones sociales en la forma de producción capitalista implicaban la profunda transformación y afectación de tales dimensiones.

 

Para Guattari, el capitalismo de finales de siglo XX, se convierte en un Capitalismo Mundial Integrado, una forma de producción basada en la valorización del valor, acumulación de ganancia y concentración de capital, pero a través, fundamentalmente de la tecnología informática que permite la integración mundial de los mercados por medio de la transformación de las transacciones mercantiles y el capital en flujos de información. Por lo que, la nueva forma del capitalismo, es una forma semiótica, es decir, una forma que basada su dinámica en la administración, el intercambio y el desciframiento de signos, información o datos, en que se convierten las mercancías, el capital y los consumidores.

 

La transformación de las mercancías y el capital en información posibilita la integración mundial de la economía de una forma nueva en velocidad instantánea y alcance planetario, por lo que las dinámicas y relaciones capitalistas abarcan aún más espacios y sobre todo dimensiones sociales, con las formas nuevas no solamente del trabajo informático, sino también, de las formas del consumo y el entretenimeinto, que producen nuevas formas de subjetividades, nuevos tipos de trabajadores informáticos o de control a distancia del trabajo, y nuevas formas de consumidores, por lo que implica nuevas dinámicas psicológicas, en una dinámica que al basarse únicamente en la mayor acumulación de ganancias provoca la descomposición de las relaciones sociales, que se articulan sólo para obtener ganancias desatendiendo las necesidades de los miembros de la sociedad, así como, el deterioro del medio ambiente y los ecosistemas al convertirlos en materias primas a explotar en las dinámicas de la sobreproducción y el consumismo.

 

En estos términos, Guattari se adelanta teóricamente a las transformaciones sociales y económicas del neoliberalismo y la informática, al proponer esta nueva forma de sociedad con varias décadas de anticipación; y simultáneamente, proponer las formas de lucha contra esa nueva forma del capitalismo, en las tres dimensiones en que intensificará sus efectos. Una nueva forma de la revolución que para ser efectiva, tendrá que atender a estas transformaciones y sus efectos, una nueva forma de lucha más allá de las formas obrero sindicales, que impliquen la producción de nuevas subjetividades diferentes a las producidas por las formas del trabajo, el consumo y el entretenimiento, nuevas subjetividades capaces de, en sus espacios y relaciones, proponer otro tipo de valores y vínculos que  las transformen de manera micropolítica o no reproduzcan los efectos capitalistas, y colaboren en la propuesta y conformación de alternativas sociales, psíquicas y ecológicas. Al considerar que la ecología comprende estas tres dimensiones, pues la sociedad y la naturaleza forman parte de una unidad dinámica, en la que dependen mutuamente de sus relaciones e interacciones para su bienestar, interacción intensificada por las nuevas tecnologías, que replantean la cuestión de las formas de interacción entre sociedad, naturale za y psique, como una nueva concepción de la ecología en la que el bienestar de la humanidad dependerá de nuevas formas de subjetividad capaces de establecer otras relaciones sociales y con la naturaleza. 



Kafka y la poesía

La forma más creativa, “fundacionalmente” hablando, que adopta el lenguaje es la de la poesía que originalmente se presenta como poesía de lo mítico. No olvidemos que la palabra griega poiesis designa eminentemente creación en diferentes órdenes[1]. La poesía, originalmente es utilizada para dar voz a los mitos que buscan dar origen y sentido a un pueblo. Desde la Iliada y la Odisea, hasta el Popol Vuh pasando por la Biblia y las diversas mitologías, la constante es hablar del origen del hombre y del pueblo en los términos más bellos y afectivamente líricos posibles, pero sobre todo, más cargados de significados y sentidos que puedan existir para enfrentar lo más desconocido pero también lo más importante, y estos han sido, los términos de la palabra poética. Puesto que la poesía en sí misma como código implica la mayor creatividad posible en la lengua, pues además de crear significados y usos diferentes de las palabras, o incluso nuevas palabras y sintaxis, tiene un registro semántico casi infinito, pues con ella, siempre es posible hablar de otra cosa que de lo que en primera instancia se habla, exponenciando indefinidamente los usos y sentidos de los signos de las palabras, en significantes y significados siempre posiblemente renovados. De tal manera, es posible pensar en esos primeros hombres tratando de expresar y explicar el mundo que les rodeaba a través de la poesía, y con ello, una de las primeras prácticas políticas consistente en enunciar y concebir poéticamente su comunidad, a sí mismos y a su mundo.

 

En la modernidad ha existido una reacción contra lo irracional, y con ello, contra todas las formas de lo indefinido, en la cual se ha arremetido también contra lo mítico. Sin embargo, la poesía o la astucia de los hombres, ha realizado lo necesario para que la función poética de la lengua sobreviva a esta reacción cultural en el seno de Occidente, haciendo lo necesario para preservar la palabra poética en medio del discurso racionalizado y desmitificado, a través de la literatura. La poesía en la modernidad, la función poética con su corte de imágenes y recursos polisémicos, pasa del verso a la prosa, de las grandes poéticas mitológicas de la antigüedad a la literatura en sus diversas modalidades de la novela, al cuento pasando por la poesía moderna del verso libre, a través de los estratégicos cambios en la poesía misma que van de los movimientos posromántios a las feroces vanguardias del siglo XX, con los que la poesía se desprende de su forma y contenido tradicionales, del verso ritmado y rimado, así como de los contenidos de una mitología común, ya sea grecolatina o cristiana; transitando así, a nuevas formas y contenidos que siendo nuevos conservan el carácter de lo creativo en los términos de la nueva actualidad y permisividad discursiva. Es decir, ya no se habla de mitología o religión sino de literatura, pero el funcionamiento y decisiva importancia para la comunidad siguen siendo las mismas: enunciar el mundo y sus posibilidades.

 

Gilles Deleuze ha sabido ver estos elementos y tópicos de lo creativo originalmente propios de lo poético en la literatura moderna, puesto que en ella, la palabra continúa siendo activamente creativa, tanto al interior de sí misma como arte, como en relación al mundo como política. Ya que, para Deleuze arte literaria y filosofía convergen en el elemento creativo, como dimensiones productoras de mundo, cultura y subjetividad. La primera a través de conceptos, la segunda a través de imágenes.

Para Deleuze la literatura es productivamente vital y en extremo positiva porque se ocupa de reconstituir la salud,[2]como las condiciones en el mundo necesarias para la vida, del propio escritor, pero sobre todo, de otros hombres que comparten la misma situación que el que escribe. Puesto que, desde su concepción spinozista el pensamiento y todas sus facultades y expresiones, como la imaginación (literatura) o el entendimiento (filosofía), han de servir al hombre para preservar su existencia como fuerzas potencializadoras de su propia vida.[3]                                                     

 

Paralelamente, la literatura es política porque además de desmitificar negativamente el mundo de lo dado, en sentido positivo plantea la posibilidad de otros mundos en el seno de la realidad, al convocar otras relaciones sociales en un llamado a un pueblo por venir, como si se tratara de la génesis de nuevas subjetividades, al hacer concebible la posibilidad de otros mundos que permitan la existencia de otras formas de vivir.


             Un pueblo en el que bastardo ya no designa un estado familiar, sino el proceso o la

             deriva de las razas.  Soy un animal, un negro de raza inferior desde siempre. Es el 

             devenir del escritor. Kafka para Centroeuropa, Melville para América  del  Norte  

             presentan la literatura como la enunciación colectiva de un pueblo menor, o de todos

             los pueblos menores, que sólo se encuentran en su expresión y a través del escritor.[4]

             

En estas coordenadas es que trataremos de abordar la obra de Franz Kafka como la obra de un auténtico literato moderno, en el fondo un poeta primigenio. Y para hacerlo, ahondaremos en sus dos dimensiones: poética y política, definidas ambas por el signo de la creatividad en el arte, la cultura y las alternativas para la existencia. 


 

martes, 20 de junio de 2023

El resto falta. Spinoza y la multitud


El resto falta. Spinoza y la multitud
, suple la falta de obras audiovisuales sobre Spinoza  dirigidas al gran público. Aunque no se trata de una película, su forma de obra de radio teatro en seis capítulos escrita por Juan Pedro García del Campo, para Radio Nederland y transmitida en 2012, trata con su forma de acercar la historia del filósofo al gran público de una forma que sin dejar de ser entretenida es profunda y documentada; pues, como si el mundo del cine siguiera dócilmente con la prohibición a hablar sobre el gran filósofo, sus contenidos y temas domesticados no han abordado la vida y la obra del gran pensador de la modernidad. Como si el anatema y la proscripción secular del filósofo pesaran aún en el discurso público, que tiene prohibido hablar de lo realmente importante o de temas que realmente sean capaces de criticar de manera efectiva todas las formas de autoritarismo y sometimiento político y social,  pues como se han dado cuenta y reconocido los pensadores más importantes desde Hegel, a Deleuze y Negri pasando por Mrax, su pensamiento crítica radicalmente a los poderes religiosos y monárquicos -pero también a todas las formas de la servidumbre y el sometimiento en las que se basarán las formas de la enajenación y el poder del mercado-, e inicia el pensamiento moderno, pues se trata del pensador con el que finaliza una época, la medieval, e inicia la época moderna, pero también, la formulación de la posibilidad de una transición a una nueva sociedad más allá de las limitaciones de las formas del poder autoritario, una sociedad radicalmente democrática. Temas proscritos o irrelevantes en las obras dirigidas al gran público, incluso, cuando se tiene la intención de tratar sobre ellos, pues aún las obras que buscan abordar a pensadores radicales o temas subversivos no tratan ni la obra ni la biografía de Spinoza, ocultos así, al gran público, a esa multitud sobre la que pensó y a la que dedicó sus tetxos políticos, sobre todo, su última obra El tratado político, en la que teoriza sobre el poder soberano de la multitud y la liberación racional de tal poder en la organización de una sociedad radicalmente democrática.


 

De tal manera, el gran rebelde, el filósofo que anticipa la idea de la revolución social es ignorado por las obras cinematográficas y por las obras dirigidas a un público masivo. Por lo que la obra El resto falta. Spinoza y la multitud, trata de llevar el mensaje emancipador su pensamiento a un formato propio del gran público, de una manera entretenida y adaptada a las nuevas circunstancias sociales traduciendo los temas y las discusiones del siglo XVII en la sociedad holandesa, a las problemáticas de jóvenes activistas en la España del movimiento del 15M, a través de las conversaciones entre amigos de dos jóvenes, Magda y Miriam, que preparán una  exposición sobre el pensamiento de Spinoza que darán en un Centro Social, y discuten con su amigo Carlos a quien explican los detalles de los argumentos, las polémicas intelectuales y las problemáticas del contexto holandés del siglo XVII. La conversación de los jóvenes amigos se da de manera paralela a un diálogo entre Spinoza con su amigo Meyer, en el que estos van relatando los acontecimientos y explicando los argumentos sobre los que conversan los tres amigos en el contexto del activismo político actual, en el que los planteamientos de Spinoza tienen una gran actualidad al ser retomados por pensadores contemporáneos y movimientos sociales que reconocen en la obra de Spinoza un antecesor pero también un visionario capaz de entender los fundamentos de los problemas políticos y las bases de una posible nueva política, no ya de los poderosos o privilegiados sino de la multitud.


https://www.radiopatia.org/el-resto-falta-spinoza-y-la-multitud-radioteatro/?fbclid=IwAR3pF3zBfiFf-pNGpA7FMNUlAADXX-mr0aTD1pMgnfaHHNEOdQtSWO5kUP8

viernes, 16 de junio de 2023

Inteligencia Artificial y Literatura


Los desarrollos y la divulgación de los nuevos programas de inteligencia artificial para escribir obras literarias, o que por lo menos se ofertan de tal manera se inscriben en un entusiasmo acrítico y fanático por la tecnología que caracteriza las formas del discurso de las redes sociales, la nueva opinión pública. Sin embargo, a este entusiasmo hay que tratarlo desde una perspectiva crítica, por lo menos con cierta cautela, que se base en una consideración básica de las dinámicas y los intereses que mueven a los desarrolladores de la tecnología, que son los del mercado. Es decir, que frente a un entusiasmo ingenuo y fanático que celebra todo adelanto tecnológico sólo por ser algo nuevo, hay que considerarlo críticamente desde la comprensión de las dinámicas de la tecnología y su aplicación que son las de la dinámica capitalista de la valorización del valor, del obtener mayores ganancias y acumular capital, pues por más novedosas o sofisticadas que se nos presentes las nuevas tecnologías y sus usos estas, como sus desarrolladores, no pueden ir más allá de los criterios del mercado al desarrollar tecnologías y aplicaciones con el único y principal propósito de obtener ganancias vendiéndolas, lo que define la forma y las funciones de las tecnologías que en el caso de la literatura o el arte no tienen otro propósito que vender y consumir, es decir, toda las posibilidades de su producción “creativa” se reducen al consumo en el mercado, con lo cual, las características, temas o estilos de las supuestas obras al estar dirigidas al potencial público consumidor, y nutrirse de los datos de tal público consumidor, no pueden en términos comerciales ni contrariar ni rebasar los gustos y los límites de interpretación y gustos de las masas, determinados por décadas de publicidad intensificadas por las formas del discurso de los medios digitales caracterizados por la falta de creatividad y más bien por estar producidos a partir de los elementos más básicos de la psicología d e masas. 

 

Por lo que la principal crítica que podría adelantarse a estas nuevas tecnologías, en espera de las formas en que se apliquen en los mercados y los medios de comunicación, es no esperar demasiado, y más bien, señalar la importancia determinante de las formas simbólicas y discursivas comerciales que se han encargado de empobrecer el lenguaje y los discursos sociales, no solamente con el empobrecimiento del vocabulario reducido al mínimo necesario para entender mensajes comerciales, sino también, el gusto y los criterios estéticos empobrecidos por los criterios del espectáculo y las formas de los programas y contenidos de entretenimiento. Es decir, que las supuestas nuevas obras producidas con inteligencia artificial al estar basadas en los discursos estéticos y narrativos comerciales y en los datos estadísticos de masas con tales gustos, no pueden proponer nuevas formas culturales, simbólicas o semióticas, ni sus desarrolladores esperarían que lo hicieran sino tan sólo reproducir en su forma y estilo las formas sociales difundidas masivamente por la publicidad y el entretenimiento basados en el consumo.

 

Estas carencias y limitaciones de la inteligencia artificial son las mismas y no pueden ser otras que las limitaciones y carencias de esta sociedad en la que es producida, limitaciones que se dejan ver en todas las formas de aplicación y uso de las nuevas tecnologías, desde los contenidos y usos de las redes sociales hasta el desarrollo de las diferentes aplicaciones de inteligencia artificial, en las que la forma comercial supedita cualquier otro contenido promoviendo e imponiendo formas culturales homogéneas y precarias propias del comercio y el hiperconsumo. De tal manera, las obras que se pueden esperar y que serán celebradas y difundidas de manera acrítica no pueden ser otra cosa ni más que el conjunto de los pobres y precarios contenidos simbólicos y semióticos con los que se ha condicionado a las masas de consumidores para quienes serán escritas tales obras.


 

¿Qué es el Movimiento del Software Libre?

La transformación tecnológica de la sociedad actual parece actualizar no solamente los sueños de la ciencia, sino, sobre todo, las advertencias de la ciencia ficción. Pues de una manera vertiginosa sin que apenas los ciudadanos ahora usuarios de las tecnologías de la información se dieran cuenta, en su ajetreo por ganarse la vida que cada vez más se reduce a evitar caer en la miseria, se ha pasado de una sociedad analógica a una sociedad digital con el uso masivo de la tecnología informática a través de los teléfonos inteligentes. Transición tecnológica vertiginosa e inconsciente que las grandes y nuevas empresas de la tecnología (Microsoft, Apel, Google, Amazon, Facebook…) han sabido aprovechar para imponer sin que los usuarios se dieran cuenta un uso de las tecnologías que no solamente los convierten en desprevenidos consumistas pasivos, sino también, en presas de toda clase de manipulaciones y abusos, con una forma de la tecnología y sus servicios que no solamente los convierten en un sujeto constantemente vigilado y manipulado a partir de su información; sino, en un cómplice inconsciente de su propia servidumbre al limitarse a un uso pasivo de tecnologías y servicios digitales diseñados para su vigilancia y manipulación.

 

Si bien, esta situación provocada por las formas y los usos dados a las nuevas tecnologías difícilmente podía ser prevista, y aún en la actualidad reconocida, por usuarios comunes por su novedad y aparente complejidad que la convierte en asunto de expertos; desde su surgimiento y a lo largo de su evolución ha habido técnicos y científicos conscientes de esta problemática que no solamente la han denunciado sino que incluso han actuado y se han organizado para desarrollar formas y usos alternativos de las tecnologías de la informática que configuren a las tecnologías como herramientas paras ser usadas consciente y voluntariamente por sus usuarios; técnicos y científicos organizados en el movimiento del software libre, que denuncia y rechaza las formas y usos de las tecnologías de la información que se imponen a usuarios pasivos e inconscientes que parecen más bien ser usados como una pieza más de las máquinas.

 

Por lo que dentro de muchas definiciones y conceptos desarrollados al interior del movimiento del software libre para autodefinirse, podemos definirlo de una manera elemental y simple como una forma de entender, desarrollar y usar la tecnología de la informática de manera voluntaria y consciente por parte de usuarios activos, que se basa y desemboca en el ejercicio de la libertad;  por lo que tal tecnología, al contrario de lo que pretenden e imponen las empresas, tiene que basarse en la transparencia y el acceso libre amplio -que implique la posibilidad de copiar y modificar-, es decir, en que los usuarios puedan saber y sepan en qué consisten los programas informáticos que al ser las instrucciones de las operaciones de sus máquinas implican saber qué pueden hacer y en los hechos qué hacen sus computadoras y teléfonos, pero además, al poder acceder libremente a tales programas -con la posibilidad de modificarlos- tener la posibilidad de decidir qué hagan. Lo cual, resulta más sencillo de entender si nos referimos a la situación actual que es la contraria, en la que las computadoras y smart phones, sin que su usuario lo quiera o siquiera lo sepa se convierten en máquinas de vigilancia veinticuatro horas al día, centros de censura de qué pueden y qué no pueden ver, leer, escuchar o compartir -convirtiéndose en plataformas de publicidad y propaganda sustituyendo las posibilidades del intercambio masivo de todo tipo de información ilegalizado por las leyes de propiedad intelectual: libros, música, imágenes, manuales-, así como, en las herramientas con las que sus dueños se convierten en los propietarios de los datos de los usuarios que venden a empresas y gobiernos para su manipulación.

 

Mientras que una tecnología de software libre implica la posibilidad de conocer el programa de las máquinas, y con ello, influir en el diseño de las tecnologías y sus usos en los que no solamente se respete la privacidad de los usuarios y sus datos, sino que exista la posibilidad de mejorar los programas en atención no solo a la comercialización o manipulación de los usuarios sino a la satisfacción de sus necesidades e intereses, y con ello, contribuir a la mejora de la sociedad, produciendo y permitiendo acceso al conocimiento, o el desarrollo de mejores tecnologías para disminuir el trabajo y mejorar las condiciones de la sociedad. Puesto que el principio del software libre consiste en una concepción de la tecnología que sirva a las necesidades y a los intereses de sus usuarios no como sucede en la actualidad que sirve exclusivamente a los intereses de empresas y políticos, empobreciendo no solamente las posibilidades de la tecnología sino también la cotidianidad de sus usuarios reduciendo las posibilidades de lo que pueden saber y hacer con sus computadoras, como sucede con las formas que han adquirido las tecnologías digitales, en las que los usuarios sólo tienen la posibilidad de participar en una dinámica de consumo y autoexhibición como únicas formas de validación y relación social a través de la tecnología.

 




jueves, 15 de junio de 2023

SPINOZA Y LOS MAYAS-TOJOLABALES La utopía de una posible filosofía política “nosótrica”

1. Spinoza dislocado e inactual

 

     En su calidad creativa y fundacional la obra de Baruch de Spinoza atraviesa los siglos en una aventura de persecución, condena y clandestinidad generando apasionadas respuestas, ante un pensamiento que ha indignado a los miembros y representantes de las distintas religiones; aportado los elementos de una nueva forma de pensar que en su momento constituyó las bases ilustración y la modernidad; e inspiró y continúa inspirando nuevas formas de pensar que se concreten en maneras éticas y políticas de vivir más acordes con la libertad. 

 

     El carácter radicalmente creativo de la obra de Spinoza se debe a que es la expresión de un pensamiento vinculado a su tiempo, que conoce y dispone de los conocimientos más adelantados de ese momento en diversas disciplinas, pero también, y sobre todo, se debe a que ve y va más allá de ese tiempo. Y en este trabajo sostenemos que ver e ir más allá de su tiempo, es posible para Spinoza porque su filosofía es un pensamiento situado temporal y espacialmente, en el dislocamiento y en una exterioridad, inactualidad, que le permiten desde la distancia y el margen comprender mejor la realidad del presente, así como, pensar en función del futuro. 

 

     Spinoza es inactual en el sentido en que Nietzsche se refería a sí mismo como un pensador intempestivo,  capaz de pensar a su época desde una mirada crítica tan incisiva, como la de un médico que veía los signos de su tiempo como los síntomas de una enfermedad, y para poder hacerlo, tenía que situarse fuera de la inercia, valores y criterios del momento, fuera incluso de la historia, o por lo menos de la concepción que se tenía de ella, como plantea en las cuatro Intempestivas. Pero también, de una manera positiva, ser intempestivo es concebir y aspirar a otro mundo –posible en términos reales- distinto al del presente, como plantea el personaje Zaratustra a los hombres: ser intempestivo es ser visionario.

 

     El pensamiento de Spinoza es inactual en estos dos aspectos, es un crítico implacable de toda forma de opresión por parte de tiranos y sacerdotes que sabe reconocer todas las formas y reductos del poder en la fe, la superstición, la ignorancia, la tristeza, incluso en la esperanza, en las que encuentra los mecanismos de la servidumbre; y simultáneamente, es capaz de concebir y adelantarse a las grandes transformaciones que están sucediendo en el mundo, que en el siglo XVII se está convirtiendo en moderno, incluso, es capaz de concebir fenómenos que la ciencia actual del siglo XXI apenas está confirmando[1]. Y no solamente esto, sino que en plena monarquía también concibe la posibilidad de un mundo ordenado con arreglo a la razón que respete la libertad de los hombres, una sociedad en la cual no se busque reprimir las potencias de los hombres sino desarrollarlas, que en varios momentos y para varios pensadores ha sido y continúa siendo una fuente de inspiración para sus utopías sociales: Hegel, Marx, Lenin, Deleuze, Negri…

 

     Y en relación con el espacio, podemos decir que Spinoza es dislocado, y con ello nos referimos a una radical condición de marginalidad, tanto existencial como epistemológica, ya que vivió en soledad al margen de las instituciones de su tiempo, cultivando exclusivamente relaciones con grupos e individuos que sostenían y vivían una búsqueda por conocimiento verdadero u otras relaciones sociales distintas a las de la opresión monárquica[2]. De hecho, esa dislocación existencial lo lleva a convertirse en un revolucionario a destiempo, incluso antes de que el término se utilizara en política o los primeros movimientos de este tipo se reivindicaran como tales, Spinoza, el gran pensador principio de la modernidad y la ilustración, se dice que se dibujó a sí mismo con la indumentaria, la actitud y los gestos del líder napolitano “Massaniello”[3], un humilde pescador que encabezó en el principado de Nápoles una de las primeras revueltas sociales de las que se tenga noticia en la historia, que durante un mes logró establecer una comuna asamblearia hasta que el movimiento fue disuelto y su líder asesinado. De manera semejante a la forma dislocada en que vivió, Spinoza abreva de las más diferentes y “extrañas” tradiciones para el sentido común de la época, una de ellas son las ideas políticas de su profesor Van Den Enden quien es asesinado frente a la Bastilla por tratar de asesinar al rey Luis XVI.

 

     Por todo lo anterior, afirmamos que como un momento fundacional y constitutivo en la historia de la filosofía, cuya creatividad es producto de una marginalidad y “ajenidad” radicales que sintetizamos con los términos de inactualidad y dislocación: gran parte del pensamiento de Baruch de Spinoza está aún por interpretarse en muchos aspectos, y para hacerlo, es necesario recurrir a perspectivas también inactuales y dislocadas del curso del tiempo actual y la cultura occidental particularmente destructivo, que nos permitan acceder a otras experiencias y formas de pensar capaces de captar otros horizontes o recursos ocultos hasta el momento.  

 

     Esta exposición es una propuesta para pensar el pensamiento de Spinoza desde una de las perspectivas más inactuales y dislocadas que desde América Latina interpelan al mundo capitalista: el zapatismo y la cultura maya, en la que en gran parte está basado el primero.